SENTIDO Y SENSIBILIDAD: consejos de una clase media algo venida a más, desde la Farmacia Sanz de Venta de Baños.
De sentido, lo que se dice sentido, voy más bien justa. Lo normal en una mujer como yo, ya bien entrada en los cincuenta y con un cómodo desprejuiciamiento, que no pocas veces abochorna a los miembros más jóvenes de mi tribu. ¡Pobres! Como todos los jóvenes, sienten todavía la necesidad de cargar sobre sus espaldas, bien visible, el peso durísimo de la trascendencia, lo que les acarrea un continuo mal humor que les machaca la piel y el hígado.
Ahora en sensibildad ahí sí que estoy dotada. Sobre todo he desarrollado una inútil sensibildad para captar lo trendy, las tendencias que va marcando la high y que yo me empeño en seguir. Y he de decirles que esto me ha hecho caer más de una vez en una profunda melancolía por lo inútil del empeño, por no decir en una envidia cochina pura y dura con tintes de lucha de clases. Porque a la conclusión que he llegado tras tanta observación es que para la high lo verdaderamente trendy es hacer siempre lo contario de lo que hacemos la mayoría. Así que, háganme caso, con que me fatigue yo tratando de seguirles ya es suficiente. Ustedes se me ponen a rueda y yo ya les voy contando.
Cuidado con el sol. Ahora que todos estamos llenos de manchas, lo trendy es tener la piel de porcelana. No hace falta llegar al ridículo de taparse la cara en la playa con un pasamontañas, como hacen algunas orientales. La protección puede hacerse de forma más glamurosa con una pamela de ala bien ancha. Sobre protección solar en yate ando un poco verde, aunque siempre ha sido para mí un misterio, que siendo el sol el mismo, las pieles en los yates siempre toman un tono más luminoso que en la arena. Tal vez sea el photoshop.